Pulir una encimera de cuarzo no es tarea sencilla, pero tampoco es un proceso que deba tomarse a la ligera. Lo ideal es destinar al menos unas 3 a 5 horas, dependiendo del área total de trabajo y del estado inicial de la superficie. Este tiempo incluye la limpieza inicial, la aplicación de productos, y el pulido en sí. No es una obligación contratar a un profesional, aunque muchas personas lo prefieren para asegurar un acabado perfecto y porque una encimera bien cuidada puede durar fácilmente más de 15 años. La inversión en el mantenimiento adecuado garantiza la longevidad de este querido elemento de la cocina.
Para quienes planean hacerlo personalmente, es fundamental tener claro qué materiales se utilizarán. La industria recomienda utilizar discos de pulido diamantados de distintas granulometrías. Comienzo con un grano más grueso para eliminar imperfecciones mayores, y luego uso granos más finos para el acabado final. El proceso recuerda un poco al método utilizado por grandes empresas como Cosentino en sus encimeras Silestone. Estas están certificadas por su resistencia y belleza, una razón más para cuidarlas con esmero.
Cada encimera tiene sus peculiaridades, así que siempre será necesario ajustar el enfoque. Un amigo mío, por ejemplo, descubrió que su encimera de cuarzo blanco polar, aunque resistente, mostraba ciertos arañazos con el uso diario. Decidió investigar técnicas de pulido personalizadas y halló muchos recursos en línea, incluyendo instructivos detallados en . Esa información fue vital para lograr un acabado profesional sin tener que gastar más de 200 euros en servicio externo.
Quienes también se interesan por el componente técnico de las encimeras, saben que el cuarzo es más que un simple material de construcción. Con un porcentaje aproximado de 93% de cuarzo natural y 7% de resinas y pigmentos, su composición asegura que no solo es resistente a las manchas, sino también a las bacterias. Esa es una de las razones por las que es tan popular en cocinas modernas y lugares de mucho tránsito. Con esa resistencia, es fácil entender por qué el pulido regular es suficiente para mantenerlas en óptimas condiciones.
Cuando me pregunto si vale la inversión de tiempo y esfuerzo, la respuesta es siempre afirmativa. Una encimera que brilla como nueva, además de aumentar el valor estético de la cocina, garantiza un espacio más limpio y seguro para quienes lo utilizan a diario. Con solo un poco de dedicación, las encimeras de cuarzo seguirán siendo el corazón brillante del hogar por muchos años.